Salud sexual: el empoderamiento de la mujer en la sociedad
La planificación familiar ha cambiado la sociedad y ha mejorado la vida de las mujeres. Pero el acceso a la anticoncepción segura y la educación sexual sigue siendo un desafío.
En un siglo, muchas cosas han cambiado. Hace cien años, la pionera en la defensa de la anticoncepción, Margaret Sanger, luchaba para cambiar las vidas de las mujeres y salvar a las madres del sufrimiento. Sanger afirmaba que todas las mujeres tenían el derecho de ser "las dueñas absolutas de sus cuerpos", y esto exigía el desarrollo de una píldora anticonceptiva confiable.
La visión de Sanger y su influencia ayudaron a inspirar uno de los mayores avances en salud pública de los tiempos modernos: la planificación familiar voluntaria. La anticoncepción no solo ha mejorado el bienestar físico de las mujeres, sino que ha cambiado drásticamente su posición en la sociedad.
Antes de la llegada de la píldora anticonceptiva, las mujeres eran prisioneras de un ciclo bastante inmutable de matrimonio, embarazo y vida doméstica. La planificación familiar voluntaria las ha empoderado para que puedan tomar decisiones informadas sobre si tener hijos y cuándo, para aprovechar oportunidades educativas y económicas, y forjar mejor su futuro.
Vidas más sanas y mejores
La posibilidad de elegir cuándo tener un hijo tiene un impacto directo sobre la salud y el bienestar de la mujer:
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Disminuye la necesidad de abortos inseguros.
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Reduce la tasa de embarazos no deseados en las jóvenes, que corren mayor riesgo de padecer problemas de salud y de morir por un embarazo precoz.
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En los países menos desarrollados, en los que el acceso a la asistencia sanitaria es escaso, la planificación familiar puede evitar embarazos y nacimientos demasiado seguidos o en momentos inoportunos, que contribuyen a algunas de las tasas más altas de mortalidad infantil del mundo.
La planificación familiar es, además, un importante avance hacia la ruptura del ciclo de pobreza en economías de bajos ingresos, no solo para las mujeres y sus familias, sino para la sociedad en conjunto. Si las mujeres pueden decidir cuándo quedar embarazadas, tienen más oportunidades de capacitarse para obtener cualificaciones profesionales, de generar sus propios ingresos y de tener una mayor participación en la vida pública. Tener familias menos numerosas también les permite a los padres invertir más en cada hijo. Los niños con menos hermanos tienden a permanecer más tiempo en la escuela que aquellos con muchos hermanos.
Es por eso que durante más de medio siglo, las Naciones Unidas han considerado el acceso a la planificación familiar voluntaria y segura como un derecho humano fundamental.
Y, sin embargo, en muchas partes del mundo, esto no está garantizado.
Elección para todos
En la actualidad, son alrededor de 214 millones las mujeres en edad reproductiva en los países en desarrollo que quisieran anticonceptivos confiables, pero no tienen acceso a ellos. Esta desigualdad se ve alimentada por una población en aumento, escasez de servicios de planificación familiar y una cultura tradicional.
El Instituto Guttmacher calcula que los casos de mujeres con una necesidad no satisfecha de anticonceptivos modernos representan el 84% de los embarazos no deseados en las regiones en desarrollo. Y afirma que si todas esas mujeres tuvieran acceso a anticonceptivos modernos, habría una disminución de aproximadamente tres cuartos de los embarazos no deseados (de 89 millones a 22 millones por año) y nacimientos no planificados (de 30 millones a 7 millones por año). Esto, a su vez, evitaría 76.000 muertes maternas cada año.
Iniciativas internacionales como la Coalición de Suministros para la Salud Reproductiva (Reproductive Heath Supplies Coalition, RHSC) se concentran en tres pilares esenciales para la promoción de la planificación familiar en el mundo: educación, acceso y apoyo.
Como miembro de la RHSC y en proyectos conjuntos con la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (United States Agency for International Development, USAID), Bayer ha respaldado programas de planificación familiar en 130 países durante más de 50 años, proporcionando acceso a anticonceptivos modernos para las mujeres de todo el mundo.
Pero, si bien el acceso, la disponibilidad y el costo accesible son cruciales, proporcionar información sobre las posibilidades y los beneficios de la planificación familiar activa es vital para un cambio sostenido a largo plazo. Bayer está trabajando con White Ribbon Alliance para ofrecer educación sexual y promover un mejor cuidado personal a las mujeres jóvenes en todo el mundo.
A comienzos del siglo XX, Margaret Sanger luchó para demostrar que la anticoncepción cambiaría la vida de las mujeres para mejor; hoy, debemos continuar luchando para garantizar que las mujeres de todo el mundo tengan las mismas oportunidades.