¿Podría ser la estructura molecular del cáncer la clave para curarlo?
Los oncólogos están comprendiendo cada vez más cómo funcionan los impulsores genómicos que causan cáncer, lo que ha dado lugar a una multitud de prometedores nuevos tratamientos.
Los tratamientos del cáncer se han concentrado tradicionalmente en la parte del cuerpo en la que se originan: el pulmón, el estómago, las mamas. Sin embargo, los oncólogos recientemente han comenzado a observar cada vez más la enfermedad desde otra perspectiva: una más molecular.
Un estudio de seis años realizado por la Pan-Cancer Initiative sugiere que los cánceres que se originan a partir del mismo tejido pueden tener diferentes perfiles genómicos, mientras que los cánceres que se originan en órganos diferentes pueden tener características compartidas a nivel molecular. Los resultados mostraron que, de acuerdo con su composición celular y genómica, e independientemente del lugar del cuerpo en el que se originan, los tipos de cáncer pueden ser reclasificados en 28 tipos moleculares o “clústeres” diferentes.1
El estudio halló que casi dos tercios de estos clústeres se encontraban en más de una parte del cuerpo. De hecho, un clúster en particular apareció en 25 tipos de tumores diferentes en el cuerpo.
Históricamente, estos tipos de cáncer se hubieran tratado de diferentes maneras. Pero ahora, el hecho de que se observe al cáncer a nivel molecular, en lugar de desde la zona donde se desarrolla, podría cambiar radicalmente la manera en que se trata.
“Ha llegado el momento de reescribir los manuales sobre el cáncer”, comenta Christopher Benz del Buck Institute for Research on Aging de California. “Es momento de eliminar los métodos aislados de la oncología clínica que dificultan que los pacientes puedan aprovechar este cambio de paradigma en la clasificación del cáncer”.
Conductores y pasajeros
El cáncer es una enfermedad en la que las células se dividen y crecen sin control, generalmente a través de alteraciones genómicas en genes específicos. La mayoría de las células normales pasan por la apoptosis (muerte celular programada) como parte controlada del crecimiento de un organismo. Las células cancerosas, en cambio, contienen alteraciones genómicas que hacen que sobrevivan y se multipliquen.
Mientras que la genética se ocupa principalmente del modo en que un rasgo pasa de padres a hijos, la genómica busca defectos o alteraciones potenciales que se pueden haber producido analizando todos los genes (el genoma) de una célula. Los avances en la secuenciación del ADN y el ARN en la última década han hecho posible el estudio sistemático de estos cambios genómicos, la observación de la célula para intentar identificar qué procesos y vías de señalización hacen que mute.
No obstante, no todas las alteraciones genómicas producen los mismos efectos. Algunas conducen el crecimiento del tumor, mientras que otras son simples pasajeras, el resultado de la inestabilidad genética subyacente al cáncer.
A través de la secuenciación más intensiva, los oncólogos están buscando identificar mejor estos impulsores y encontrar características compartidas. Al hacerlo, pueden intentar desarrollar fármacos que puedan atacar diferentes tipos de tumores con mayor precisión y eficacia.
El poder de la medicina de precisión
En la última década, el costo, la velocidad y la precisión de la secuenciación del ADN y el ARN han cambiado drásticamente. Los avances tecnológicos en la secuenciación de nueva generación (NGS), como se conoce a la secuenciación genética moderna, la han hecho más económica y más sensible. Esto les permite a los oncólogos construir una imagen mucho más detallada de la composición molecular del cáncer específico de un paciente y tratarlo acorde a ello.
“Al tener herramientas como la secuenciación de nueva generación, podemos buscar los biomarcadores que diferenciarán a los pacientes que responderán a un fármaco de los que no lo harán”, explica la Dra. Patricia Carrigan, jefa de Regulatory Affairs Companion Diagnostics Oncology de Bayer. “Este es el poder de la medicina de precisión. La superposición de varias tecnologías y herramientas para obtener una marca compleja del cáncer y atacarlo de modo específico, esa es la realidad del futuro”.
Y esta combinación de la comprensión tanto del cáncer específico de un paciente a nivel molecular como de los potenciales impulsores oncogénicos que podrían estar causándolo ha llevado al desarrollo de una serie de revolucionarios tratamientos del cáncer.
Nuevas herramientas para combatir tumores
Durante los últimos treinta años aproximadamente, las herramientas de los oncólogos han sido principalmente la radioterapia, la quimioterapia y las intervenciones quirúrgicas para extirpar los tumores. Ahora estamos utilizando tratamientos mucho más específicos.
Cada tratamiento de precisión busca combatir el tumor de un modo diferente:
- La tecnología de edición del genoma CRISPR-Cas92 se está utilizando para editar las alteraciones genéticas específicas que impulsan la mutación de las células.
- Los tratamientos con células T son un tipo de inmunoterapia3 que consiste en tomar las células inmunitarias del paciente, los glóbulos blancos llamados células T, y reprogramarlas para que ataquen al tumor.
- Los biofármacos son una clase de medicamentos a base de grandes moléculas proteicas que se unen a proteínas específicas de la superficie celular, como los receptores, que se asocian con el proceso de la enfermedad.
- Las moléculas pequeñas son ingredientes activos y representan la gran mayoría de los fármacos que se utilizan actualmente. La mayoría funciona interfiriendo con determinadas proteínas de las células que se asocian con el proceso de la enfermedad. Los científicos están desarrollando compuestos altamente selectivos que tienen el potencial para tratar el cáncer inhibiendo directamente la alteración molecular de un tumor.
Si bien muchos de estos tratamientos se encuentran en fase preclínica y clínica, resultados preliminares sugieren que, en el futuro, podrían llegar a cambiar el modo en que combatimos el cáncer. Un ejemplo de esto es la investigación de pequeñas moléculas que están llevando a cabo Bayer y Loxo Oncology. Las empresas están desarrollando dos agentes innovadores que, una vez aprobados, podrían ayudar a los médicos a proporcionar un tratamiento específico a pacientes que presentan determinadas alteraciones genómicas en sus células tumorales.
"Cambiar la mentalidad en oncología desde un enfoque en el tumor a un enfoque en el genoma es algo que está empezando a suceder", comenta el Dr. Marc Fellous, jefe médico global en Bayer. “El desarrollo de nuevos medicamentos independientes del tumor podría permitirnos introducir los tratamientos que requieren la identificación de alteraciones genómicas en la conciencia colectiva”.
Para que esto suceda, y para que la medicina de precisión se vuelva algo habitual, la secuenciación genómica tiene que pasar a ser cada vez más parte del diagnóstico de pacientes. Cuanto mejor comprendamos el cáncer a nivel molecular, más cerca estaremos de encontrar la cura.
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Hoadley, K. et al. Cell-of-Origin Patterns Dominate the Molecular Classification of 10,000 Tumors from 33 Types of Cancer, Pan-Cancer Initiative
http://www.cell.com/cell/abstract/S0092-8674(18)30302-7 -
Ratan, Z. et al. CRISPR-Cas9: a promising genetic engineering approach in cancer research
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5802696/ -
CAR T Cells: Engineering Patients’ Immune Cells to Treat Their Cancers, National Cancer Institute
https://www.cancer.gov/about-cancer/treatment/research/car-t-cells