Sustentabilidad

Agricultura sustentable, una solución moderna que ayuda a combatir el cambio climático

Un dron vuela sobre un campo al atardecer, con el sol iluminando el cielo y el paisaje.

Gracias al desarrollo de nuevas tecnologías, al avance de la ciencia y a la difusión de prácticas agrícolas innovadoras, el sector agroindustrial brinda soluciones cada vez más eficientes para producir alimentos a gran escala y proteger la biodiversidad de nuestro planeta.

Desde los inicios de la agricultura, hace más de 10.000 años, el hombre ha buscado las mejores formas de trabajar la tierra, producir alimentos y cuidar los recursos naturales, fundamentales para sostener esta actividad en el tiempo. A partir de la Revolución Industrial y, especialmente, durante todo el siglo XX la injerencia del hombre empezó a repercutir en la salud del planeta, contribuyendo al cambio climático. 

 

Ya en el siglo XXI, la agricultura -al igual que otras grandes industrias y sectores productivos- empezó a explorar nuevos caminos, técnicas y herramientas con el fin de producir alimentos de manera sustentable. Sin dudas, las nuevas herramientas digitales, así como los avances de la ciencia y la difusión a nivel global de las Buenas Prácticas Agrícolas, colaboran con el desarrollo de una actividad agrícola cada vez más eficiente. 

 

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En la actualidad, los eslabones productivos de la cadena del negocio agropecuario -productores, empresarios, instituciones, gobiernos- comprenden que una agricultura moderna y sustentable no es posible sin el cuidado de los ecosistemas y de la biodiversidad. La producción de alimentos depende, en gran medida, de que tanto microorganismos, como animales y plantas no sean vulnerables ante enfermedades y plagas. El equilibrio de esta biodiversidad es vital.

Hombre que lleva una gorra de béisbol blanca y negra y una camisa abotonada azul claro, sentado al aire libre.
La digitalización en la agricultura está marcando una transformación muy significativa, que no solo nos permitirá trabajar mejor, sino de manera más sustentable, haciendo un mejor uso de los recursos”.
Juan Farinati
,
Líder de Operaciones Comerciales de Bayer Crop Science.

Proteger los cultivos para usar menos insumos 

Un buen aliado de la agricultura sustentable es la protección de cultivos, una serie de prácticas, herramientas y productos que se usan en los campos para cuidar las plantas de malezas, enfermedades y plagas. Mucho antes de la aparición de los primeros productos bioquímicos destinados a velar por el sano desarrollo de los cultivos, agricultores de todo el mundo usaban espantapájaros para cuidar sus plantas de predadores.  

 

En los últimos años, la ciencia se ha ocupado de investigar y desarrollar semillas genéticamente modificadas que reducen las cantidades necesarias de plaguicidas y herbicidas. Las tecnologías digitales, con sus sistemas de análisis de datos, también colaboran para practicar una agricultura mucho más precisa. Esta eficiencia se traduce en un menor uso de combustibles, así como en una reducción considerable en la emisión de gases de efecto invernadero. 

 

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Suelos saludables, la gran clave

El gran dilema para los productores del futuro seguirá siendo el mismo de hoy: ¿Cómo producir más usando cada vez menos recursos naturales? Garantizar la seguridad alimentaria de una población en constante crecimiento es y será uno de los mayores desafíos del sector. Para alcanzar de forma satisfactoria este complejo objetivo la ciencia vinculada al negocio agropecuario continúa investigando e innovando en la salud de los suelos.   

 

La FAO estima que un 95% de la producción de alimentos provienen directa o indirectamente de los suelos. Queda claro que cuidar este recurso natural no renovable es una de las mayores prioridades de la humanidad y, por eso, la actividad agrícola fomenta el uso de diversas técnicas y prácticas que ayudan a proteger la arquitectura de los suelos, como la rotación de cultivos, la siembra directa o el control biológico, un método que usa microorganismos vivos para contrarrestar enfermedades, plagas y malezas.

 

Agricultura digital y sustentabilidad

La inversión en Investigación y Desarrollo destinadas al agro viene dando muy buenos frutos. Hoy no resulta extraño ver en los campos de cultivo drones, sensores en los suelos, tractores guiados por GPS o productores administrando sus lotes con aplicaciones digitales. Estas herramientas -y seguramente las que vendrán- están ayudando al sector agroindustrial a desempeñarse cada vez con mayor eficiencia productiva y medioambiental, colaborando con la reducción de combustibles e insumos.

 

Podemos ver un buen ejemplo de la relación cercana entre agricultura digital y sustentabilidad con Field View, la plataforma de Bayer que permite a los usuarios ver en tiempo real datos valiosos desde la siembra hasta la cosecha y que ya se utiliza sobre 37 millones de hectáreas en todo el mundo (el objetivo de la empresa es alcanzar las 50 millones de hectáreas para fines de 2020). En la Argentina el uso de FieldView se duplicó en los últimos seis meses, alcanzando las 2,3 millones de hectáreas. Esta superficie representa casi un 7% de la superficie agrícola argentina para la campaña 2020/21. Junto con la Unión Europea, América del Sur es la región en la que esta plataforma digital está creciendo más rápido.

 

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Energías renovables y el agro 

La actividad agrícola es responsable de uno de los negocios más importantes del futuro: la producción de energías renovables. Si bien este tipo de energías ya están generando un impacto en las formas de producción en industrias de todo el mundo, las posibilidades que surgen en el horizonte cercano son incalculables.  

 

En la Argentina se aspira que para 2025 cerca del 20% de la matriz energética provenga de fuentes limpias. Este cambio de paradigma representa una gran oportunidad para el sector del agro, ya que tanto la biomasa como los biocombustibles tienen su origen en el ámbito rural. 

 

La biomasa, una de las fuentes de energía limpia más usadas para producir electricidad y sistemas de calefacción, se obtiene de residuos y desechos agrícolas. Los biocombustibles, por su parte, se elaboran con la caña de azúcar, el maíz o la mandioca (etanol), oleaginosas como la soja, la colza o el girasol (biodiesel) y cáscaras o esencias forestales de eucalipto y pino (biogás).  

Compromiso de Bayer con los ODS

En 2015 la ONU reunió a 193 líderes mundiales que se comprometieron a trabajar con el fin de alcanzar 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Se trata de diversas metas para solucionar grandes problemas, como erradicar la pobreza, luchar contra la desigualdad o combatir el cambio climático.

 

Como parte de nuestra estrategia de sustentabilidad, en Bayer trabajamos sobre aquellos objetivos vinculados con nuestro negocio que tienen mayor efecto en las personas, en el medio ambiente y en la sociedad. Debido a nuestro rol como uno de los grandes actores en los campos de la salud y la nutrición, tenemos impacto en varios ODS, entre los que se destacan:

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