Calidad de vida

Cardiopatía en mujeres: la importancia de derribar un mito.

Una mujer vestida con ropa deportiva mira su reloj inteligente mientras está parada en una calle pavimentada.

La cardiopatía es la primera causa de muerte en mujeres, pero los primeros estudios se hicieron en hombres: de ahí el mito de que los afecta solo a ellos.

A mediados del siglo XX, emergió que las enfermedades cardíacas eran una de las principales causas de muerte en todo el mundo, y los científicos buscaban por todos los medios comprender mejor esta patología.

 

En 1950, un grupo de médicos creó la Sociedad Internacional de Cardiología (ISC, por sus siglas en inglés) para impulsar la investigación sobre el tema y compartir los resultados con el resto del mundo. Los estudios que realizaron en jóvenes soldados muertos en la Guerra de Corea, que comenzó el mismo año en que se fundó la ISC, conmocionaron a la comunidad médica al revelar que las enfermedades cardíacas comenzaban mucho antes de lo que se sospechaba en la vida de una persona.

 

Si bien los hallazgos sobre las enfermedades cardíacas en los soldados jóvenes fueron alarmantes, los primeros estudios también comenzaron a revelar posibles medidas preventivas. Poco después de la fundación de la ISC, el médico estadounidense Lawrence Craven publicó un artículo que mostraba que los hombres que tomaban regularmente ácido acetilsalicílico (aspirina) tenían menos ataques cardíacos.

 

Si bien el trabajo de Craven y los hallazgos de la Guerra de Corea fueron revolucionarios, ambos presentaban una limitación común en esa época: ninguno de los estudios incluía mujeres.

 

Debido a que las mujeres a menudo eran excluidas de las investigaciones cardíacas relevantes, la opinión pública comenzó a asociar estas enfermedades con los hombres. E incluso cuando los estudios iniciales sobre enfermedades cardíacas incluyeron cantidades significativas de mujeres, los datos a menudo resaltaban factores de riesgo tradicionalmente vinculados a los hombres. El hallazgo más destacado del Estudio Framingham, un proyecto de investigación a gran escala que hizo el seguimiento de un grupo de hombres y mujeres para determinar las causas de las enfermedades cardiovasculares, vinculó los problemas cardíacos con el tabaquismo. Cuando estos datos se publicaron en 1960, era dos veces más probable1 que un hombre fumara en comparación con una mujer, lo que consolidó la idea de que comportamientos típicamente masculinos eran la causa de enfermedades cardíacas.

 

Las primeras ideas equivocadas sobre las enfermedades cardíacas

Estos primeros estudios contribuyeron al establecimiento del mito de que las enfermedades cardíacas son más comunes en los hombres. Sin embargo, la tasa de problemas cardíacos en mujeres es generalmente comparable a la de los hombres, pero es menos probable que las mujeres reconozcan el peligro. Si bien estas enfermedades son hoy la principal causa de muerte en mujeres a nivel mundial, en una encuesta reciente, solo el 13%2 las reconocieron como el principal riesgo para su salud.

 

Con esta falta de conocimiento se corre el riesgo de agravar el peligro, ya que la capacidad de identificar los factores de riesgo asociados con las enfermedades cardíacas y de proporcionar tratamientos eficaces ha demostrado ser la mejor forma de atacar la enfermedad.

 

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Si bien las enfermedades cardíacas siguen siendo la principal causa de muerte tanto en hombres como en mujeres, las muertes por este tipo de enfermedades han disminuido abruptamente en muchos países en las últimas décadas. Alemania ha reducido su tasa de mortalidad por enfermedades cardíacas a la mitad desde 19603, mientras que en los Estados Unidos, las muertes causadas por estas enfermedades disminuyeron en casi un 60%4 entre 1950 y fines de siglo. Otros países mostraron mejoras en un período aún más corto. Argentina redujo a casi la mitad la cantidad de muertes por enfermedades cardíacas en solo 15 años5.

 

Estas impresionantes mejoras se pueden atribuir a una serie de factores, incluidas las campañas de salud pública destinadas a combatir los factores de riesgo comunes. Los investigadores han logrado identificar diversos comportamientos, además del tabaquismo, que pueden predisponer a enfermedades cardíacas; entre ellos, la obesidad, el sedentarismo, una dieta con elevado contenido de grasas saturadas y el abuso de alcohol. Además, se ha pasado de la observación a la intervención activa. Los médicos se han basado en los hallazgos iniciales de Craven y hoy prescriben una serie de tratamientos que van desde medicamentos para reducir la presión arterial y los niveles de colesterol hasta stents quirúrgicos que pueden aumentar el flujo sanguíneo al corazón.

Una persona interactúa con un reloj inteligente que muestra una frecuencia cardíaca de 68 y un gráfico de ECG.

Un (mal) cálculo del riesgo

Lamentablemente, las investigaciones indican que muchas mujeres no consideran que tienen un alto riesgo de padecer enfermedades cardíacas y, por lo tanto, es menos probable que presten atención a estos factores de riesgo. Esta puede ser la razón por la cual las mujeres mayores han visto una reducción menos significativa que los hombres mayores en las tasas de enfermedades cardíacas en los últimos años.

 

Además, hay una serie de patologías que afectan específicamente a las mujeres que también pueden aumentar las posibilidades de desarrollar enfermedades cardíacas:

  • Las mujeres con diagnóstico de diabetes e hipertensión durante el embarazo tienen más probabilidades de padecer problemas cardiovasculares.

  • Las mujeres que llegan a la menopausia antes de los 45 años pueden tener hasta un 50%6 más de riesgo de desarrollar problemas cardíacos.

  • La endometriosis, una afección en la que se encuentran tejidos similares al revestimiento del útero en otras partes del cuerpo, puede aumentar el riesgo de que una mujer desarrolle enfermedades cardíacas hasta en un 400%7.

 

Además, las mujeres pueden tener síntomas diferentes y más sutiles de la enfermedad cardíaca que los hombres. Por ejemplo, si bien tanto hombres como mujeres pueden sentir un fuerte dolor en el pecho durante un ataque al corazón, es más probable que las mujeres presenten síntomas como náuseas, dificultad para respirar o dolor en el cuello, la espalda o la mandíbula.

 

Cuando estos síntomas menos conocidos se combinan con una falta de conocimiento de la prevalencia de la enfermedad cardíaca en las mujeres, es menos probable que las mujeres consulten con un médico a tiempo por un ataque al corazón.

 

Tomárselo a pecho

La buena noticia es que las encuestas en curso indican que las campañas educativas están debilitando la idea equivocada de que la enfermedad cardíaca solo afecta a los hombres. En las encuestas realizadas a mujeres entre 1997 y 2012, el porcentaje de encuestadas que identificaron correctamente la enfermedad cardíaca como la principal causa de muerte en mujeres aumentó del 30% al 56%8.

 

Sin embargo, los datos muestran que incluso las mujeres que reconocen la gravedad de la enfermedad cardíaca tienen dificultades para evaluar su riesgo personal. En un estudio de un grupo de mujeres que sabían que la enfermedad cardíaca es la principal causa de mortalidad en mujeres, menos de la mitad de las que tenían factores de riesgo significativos se consideraban en peligro de desarrollar problemas cardiovasculares.

 

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La desconexión es especialmente problemática en un mundo donde los médicos tienen una amplia gama de modernos tratamientos para tratar eficazmente las enfermedades cardíacas. La ciencia ha avanzado mucho desde los estudios de mediados del siglo XX. Dado que la mitad de las muertes por enfermedades cardíacas son de mujeres, son precisamente ellas las que más beneficios pueden obtener de los tratamientos modernos. Pero para que las mujeres aprovechen al máximo los últimos descubrimientos, debemos superar los efectos persistentes del mito de que las enfermedades cardíacas son un problema de los hombres y conocer mejor los diferentes síntomas que pueden sufrir las mujeres.

  1. Achievements in Public Health, 1900-1999: Tobacco Use - United States, 1900-1999, U.S. Centers for Disease Control, https://www.cdc.gov/mmwr/preview/mmwrhtml/mm4843a2.htm

  2. Gender matters: Heart disease risk in women, Harvard University Health Publishing, https://www.health.harvard.edu/heart-health/gender-matters-heart-disease-risk-in-women

  3. Cardiovascular Disease and Diabetes: Policies for Better Health and Quality of Care, OECD, http://dx.doi.org/10.1787/9789264233010-en

  4. Decline in Deaths from Heart Disease and Stroke - United States, 1900-1999, U.S. Centers for Disease Control, https://www.cdc.gov/mmwr/preview/mmwrhtml/mm4830a1.htm

  5. Argentina heart attack death rate nearly halved over 15 years, European Society of Cardiology, https://www.escardio.org/The-ESC/Press-Office/Press-releases/Argentina-heart-attack-death-rate-nearly-halved-over-15-years

  6. Muka, T. et al. Association of Age at Onset of Menopause and Time Since Onset of Menopause With Cardiovascular Outcomes, Intermediate Vascular Traits, and All-Cause Mortality, Journal of the American Medical Association, https://jamanetwork.com/journals/jamacardiology/fullarticle/2551981

  7. Women or Men — Who Has a Higher Risk of Heart Attack, Cleveland Clinic, https://health.clevelandclinic.org/women-men-higher-risk-heart-attack/

  8. Mosca, L. et al. Fifteen-Year Trends in Awareness of Heart Disease in Women, American Heart Association, http://circ.ahajournals.org/content/circulationaha/early/2013/02/19/CIR.0b013e318287cf2f.full.pdf

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